jueves, 16 de mayo de 2013

Orígenes

En enero de 1919, el mecánico ferroviario Anton Drexler fundaba en Múnich (junto con Gottfried Feder, Dietrich Eckart, Alfred Rosenberg, Hermann Esser y Karl Harrer) el Partido Alemán de los Trabajadores (Deutsche Arbeiterpartei), como uno de los movimientos etnicistas (en alemán völkisch) que existían en Baviera y en Alemania como resultado de la derrota teutona en la Primera Guerra Mundial. Para investigar a los diferentes grupos políticos de Múnich, el Servicio de Inteligencia del Ejército alemán envió al joven cabo Adolf Hitler para que controlara las actividades de dicho partido.
Hitler participa en una reunión el 16 de septiembre de 1919 y es invitado a adherirse al movimiento por sus dotes como orador, aunque mucho después declaró ser el «miembro número 7 del Partido», para hacer creer que había sido uno de los fundadores. En realidad fue el 7º miembro del comité central y responsable de propaganda. Durante su gestión empezaron a contarse los miembros del partido, iniciándose la cuenta en el número 500 para dar idea de gran cantidad, por lo cual quedó asignado el 555 a Hitler. Según el libro Datos para la historia del NSDAP, una publicación nazi de la época, el partido contaba con 64 miembros en 1919.
El 24 de febrero de 1920 se celebró, a petición de Hitler, el primer mitin multitudinario del partido en Múnich, donde el mismo Hitler leyó los 25 puntos del Programa del Partido, escritos por él y Anton Drexler y que pretendían, mezclando antiliberalismo, pangermanismo y antisemitismo, ganarse al proletariado para la causa nacionalista. Dichos puntos constituyeron el programa dogmático del nazismo y nunca fueron cambiados. En esta misma asamblea se decidió el cambio de nombre del movimiento, pasando a denominarse Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores, cuyas siglas en alemán son NSDAP. Esto está corroborado en todas las publicaciones alemanas de la época, así como en las biografías sobre Hitler, tanto de Alan Bullock como las de Ian Kershaw y John Toland. En 1921, Hitler era su máximo dirigente, y su oratoria se consideraba el principal motivo del crecimiento del partido, que en 1923 tenía 50.000 afiliados.
Asamblea del Partido Nazi en la cervecería Bürgerbräukeller, en Múnich, el año 1923.
Luego de protagonizar el fracasado Putsch de Múnich el 9 de noviembre de 1923, el partido fue refundado el 25 de febrero de 1925 con el nombre de Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores, obteniendo Hitler la jefatura del partido.
Después de que su intento de golpe de estado fracasara en Baviera, los nazis participaron en las elecciones restantes de los años veinte. En las elecciones de la década de 1930, impulsados por los problemas económicos de Alemania debidos a la incipiente Gran Depresión, incrementaron sus votos considerablemente convirtiéndose en el segundo partido mayor en el Reichstag, lo que mejoró su posición en los años venideros.
En las elecciones parlamentarias de julio de 1932, a pesar de la amenaza de proscripción de las SA (Sturmabteilung, Secciones de Asalto, el ejército privado del partido) en 1932, los nazis alcanzaron un total de 13,57 millones de votos, y se convirtieron en el bloque más votado en el Parlamento. Sin embargo, esta victoria fue insuficiente para que Hitler accediese a la Cancillería.
Luego de forjar una alianza con el Centro Católico y los Nacionalistas en el Parlamento, y en vista de que los nazis habían ganado 22 procesos electorales, Hitler fue nombrado por el presidente Hindenburg Canciller el 30 de enero de 1933. Inmediatamente se realizaron nuevas elecciones parlamentarias, y los nazis y sus aliados nacionalistas alcanzaron la mayoría de la que se sirvieron para aprobar la Ley Habilitante de 1933, destinada a poner el poder absoluto en las manos de Hitler.
Después de la proscripción o cancelación de todos los demás partidos (5 de julio de 1933) y la prohibición de formar nuevos (14 de julio de 1933), los nacionalsocialistas se convierten en el único partido político restante. Esto era parte de la Gleichschaltung (literalmente 'sincronización', término usado en un sentido político para describir el proceso mediante el cual el régimen nazi estableció sucesivamente un sistema de control totalitario sobre el individuo).
Nombraron a las SA como brazo armado del Régimen y a las SS como un organismo auxiliar de las SA, además de crear la Policía Secreta del Estado (en alemán: Geheime Staats Polizei, con las siglas Gestapo).
El himno del Partido Nazi era el Horst Wessel Lied (Canción de Horst Wessel) dedicada a uno de los mártires iniciales del movimiento, Horst Wessel, muerto durante las habituales refriegas callejeras con oponentes políticos. Cada miembro del Partido al ingresar recibía una constancia por escrito que duraba seis meses, renovable por seis meses más. Al año recibía un cartón donde se dejaba constar que la persona era militante activo y tenía un espacio para pegar las doce estampillas correspondientes a la mensualidad, pues el partido era financiado por sus propios miembros. A los dos años recibía un libro rojo de membresía donde constaban los datos y fotos del militante, sus aportaciones políticas y financieras, así como sus deberes y derechos como miembro del partido.

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