miércoles, 22 de mayo de 2013

Conquista y colonización española de Argentina

Este artículo trata de las acciones de conquista y colonización por parte de los españoles en parte del territorio de la actual República Argentina, entre los siglos XVI y XIX, incluyendo la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, hasta la Revolución de Mayo sucedida el 25 de mayo de 1810, en la cual fue expulsado el virrey español y nombrada una junta de autogobierno.


La conquista española (1516-1665)

Expediciones iniciales

Planisferio de Cantino (1502), muestra la Línea de Tordesillas con la que se dividió el mundo en 1494. Sería aproximadamente el meridiano 60 en medidas actuales. En su extremo inferior izquierdo puede verse en blanco la zona (aún ignota por entonces) en la que se encontraba el actual territorio argentino.
Los primeros europeos que llegaron al Continente Americano, donde está situada Argentina, lo hicieron buscando un paso hacia Asia. Por entonces, América era sólo un obstáculo entre España y las riquezas de Catay y Cipango en Asia. La zona, además, estaba ubicada aproximadamente sobre la Línea de Tordesillas, la división del mundo que estableció el Papa entre España y Portugal y, por lo tanto, tenía para ambos países la condición de frontera aún no ocupada.
Aunque existen muchas discusiones sobre la autenticidad de los viajes de Américo Vespucio, conocidos por sus famosas seis cartas (en la cuarta, llamada Mundus Novus, es donde denomina "nuevo mundo" a la tierra a la que llegó Colón), varios historiadores defienden que participó de la primera expedición europea (portuguesa) en llegar al actual territorio argentino o más bien a las aguas del Río de la Plata y a las de la Patagonia, en 1502. De esa expedición no se guarda registro del nombre del capitán, ni del piloto, ni de ninguno de los expedicionarios con excepción de Vespucio. En una de sus cartas Vespucio describe un río que, por su ancho, no puede ser ningún otro que el Río de la Plata:
Pasado este cabo entra un río de mas de veinte leguas de ancho, a do hay gentes que comen carne humana.
No obstante existe una controversia antigua y aún no resuelta en la tradición historiográfica, sobre la veracidad o no de los viajes de Vespucio al territorio rioplatense, dudando ciertos historiadores en la identificación de lo descrito supuestamente por Vespucio o incluso dudando de la autoría de las cartas referidas al Río de la Plata, considerándolas apócrifas.1
En 1516 el navegante Juan Díaz de Solís visitó lo que actualmente se conoce como Argentina, navegando el actual Río de la Plata, al que denominó Mar Dulce, llegando hasta la isla Martín García2 y navegando un breve trecho del Río Uruguay, donde murió en un combate con los charrúas. Es por tanto el primer europeo del que tengamos constancia segura en pisar suelo de la actual Argentina. Al regresar a España una de las carabelas naufragó frente a la Isla de Santa Catalina (actual Brasil), quedando abandonados allí 18 náufragos. Uno de ellos Alejo García fue el primero en conocer la leyenda del Rey Blanco, un monarca de un país tan rico en plata, que estaba recubierto en él, origen a su vez del término Argentina. Alejo García realizó una excursión a las tierras del Rey Blanco, con un grupo de guaraníes, llegando hasta zonas cercanas al cerro Potosí, donde se hizo de un enorme tesoro de piezas de plata. Al volver murió en un combate con los indios payaguás.
En 1519 y 1520 Hernando de Magallanes, en el primer y famoso viaje de circunvalación del mundo, recorrió toda la costa de la actual Argentina, hasta el estrecho que lleva su nombre al que llegó el 21 de octubre de 1520.
Hernando de Magallanes recorrió la totalidad del litoral argentino en 1520, se encontró con los Tehuelches, a los que por su altura denominó como Patagones, en relación a un personaje de ficción de la época, y descubrió el estrecho que lleva su nombre. Se cree que naves de su expedición, desviadas por causa de un temporal, habrían llegado a las islas Malvinas; en su expedición viajó Antonio Pigafetta, autor de las primeras descripciones geográficas del país.
En 1525 fray García Jofre de Loaísa dirige una expedición que recorre la Patagonia e incluso se establecen brevemente en el puerto Santa Cruz para reparar dos naves.
En 1526 Sebastián Gaboto (italiano), zarpó de España para dirigirse a las islas Molucas en Oceanía, con el objeto de repetir el viaje de Magallanes y Elcano. Al llegar a Santa Catalina (Brasil), tomó contacto con los guaraníes que habían pertenecido a la expedición de Alejo García y llevado los tesoros de plata. También supo que se podía llegar a las tierras del Rey Blanco por un ancho río, el río de Solís, que se internaba hacia una tierra llamada "Sierra del Plata.
En abril de 1527 Gaboto ingresó al Río de la Plata y el 6 de abril estableció una pequeña fortaleza llamada San Salvador, cerca de la actual ciudad de Carmelo (Uruguay). Allí encuentra a Francisco del Puerto, sobreviviente del grupo de Solís, quien vivía con los charrúas y le confirma la existencia de un Imperio de Plata, aguas arriba. El 9 de junio de 1527 Gaboto ordenó establecer un fuerte al que llamó Sancti Spíritus, primer asentamiento europeo en el actual territorio argentino, cerca de la actual ciudad de Coronda, en la boca del Río Carcarañá, en la actual provincia de Santa Fe. Desde el fuerte Gaboto mandó tres expediciones; de dos de ellas nada se supo, pero la tercera, comandada por Francisco César, llegó a una sierras (posiblemente Córdoba) donde encontraron un pueblo que «cuidaban carneros de la tierra de cuya lana hacían ropas bien tejidas», posiblemente diaguitas. Recogieron también piezas de plata provenientes del norte.
Gaboto remontó el Río Paraná, llegando hasta Itatí. Luego remontó el Río Paraguay, ingresando aguas arriba por el Río Bermejo, pero debido a la resistencia de los payaguás volvió a Sancti Spíritus. Allí se encontró con otro expedicionario español: Diego García de Moguer.
García y Gaboto habían competido entre sí desde su salida simultánea en España. Ambos tenían como misión dirigirse a las Molucas. Diego García se demoró en Santa Catalina, pero decidió, al igual de Gaboto, alterar sus planes para internarse en el continente americano en busca del Rey Blanco y sus riquezas en plata. Al entrar por el río de Solís, lo denominó por primera vez Río de la Plata, asociándolo inconfundiblemente con la razón de su expedición. García tomó prisioneros a gran cantidad de indígenas, posiblemente charrúas y los mandó como esclavos a España en la carabela, siguiendo él y algunos de sus hombres, viaje aguas arriba con un pequeño bergantín, hasta llegar a Sancti Spíritus.
Inicialmente, García y Gaboto discutieron sobre quien de los dos tenía derecho de conquista. Pero poco después, ante la resistencia de los timbúes, ambos volvieron a San Salvador, dejando una pequeña guarnición en Sancti Spíritus al mando de Gregorio Caro. En septiembre de 1528 los timbúes atacan la guarnición y derrotan a los españoles. Aunque García y Gaboto, pensaron inicialmente en refundar Sancti Spíritus, finalmente decidieron retirarse definitivamente a España, donde difundieron las noticias sobre el Rey Blanco y el Río de la Plata. Portugueses y españoles aceleraron entonces los planes para tomar posesión de esa región, que ambos consideraban estaba de su lado de la Línea de Tordesilla.
En 1531 Portugal envió una gran expedición al mando de Martín Alfonso de Souza para tomar posesión del Río de la Plata y expulsar a los españoles. Llegó hasta la Isla Martín García, que rebautizó Santa Ana. Se internó por el Río Uruguay y se enteró que los españoles del fuerte San Salvador habían sido derrotados. Decidió entonces retirarse al cabo de Santa María (donde actualmente se encuentra La Paloma, Uruguay). Allí tomó medidas astronómicas y llegó a la conclusión que estaba del lado español de la Línea de Tordesillas, por lo que volvió a Portugal sin realizar fundación alguna.
Buenos Aires, 1536.
En 1536 Pedro de Mendoza fundó el Puerto de Santa María del Buen Ayre (luego acortado a Buenos Aires). Sin embargo, el asentamiento fracasó debido a las hambrunas y los conflictos con los indígenas. Algunos de los habitantes de la población, privados de alimentos y sitiados por los indígenas, se vieron llevados al canibalismo. La ciudad fue abandonada, y sus pobladores se establecieron en Asunción.
Luego de la conquista del Perú, la corona entregó títulos sobre las tierras de Sudamérica en " capitulaciones", concedidas al mejor postor. En 1534 La parte norte de la actual Argentina se entregó a Pedro de Mendoza y la mayor parte de la Patagonia le fue concedida a Simón de Alcazaba. Con posterioridad la región que se extiende desde el estrecho de Magallanes hasta el Polo Sur fue otorgada a Pedro Sarmiento de Gamboa. En los hechos, los españoles nunca tomaron control de amplios territorios sudamericanos, entre los que se encontraban la Patagonia, la mayor parte de la llanura pampeana, y el Gran Chaco.
Mendoza llegó al Río de la Plata en febrero de 1536 y fundó el Puerto de Santa María del Buen Ayre, en honor a la virgen de Bonaria, de la ciudad de Cagliari, en Cerdeña, patrona de los navegantes. Oficialmente se ha establecido que la ciudad se habría asentado en el actual Parque Lezama de Buenos Aires, aunque existen serias dudas.3 El trato con los pampas y querandíes que habitaban el área fue al comienzo cordial, abasteciéndose la expedición de víveres gracias a ellos, pero como estos pueblos eran nómadas y llevaban una economía de subsistencia, pronto las relaciones se tensaron debido a que los españoles demandaban lo que los "indios" no tenían para dar. Así, mientras los capitanes de la expedición recorrían la región en busca de oro y plata, quienes se quedaron en la ciudad guerreaban constantemente con los locales. En esta situación tras una cruel matanza de aborígenes, éstos cercaron la ciudad, llevando a sus ocupantes a la hambruna y el canibalismo.
Mientras tanto Juan de Ayolas remontó el río Paraná, a orillas del cual fundó el fuerte Corpus Christi, cerca de las ruinas de Sancti Spiritus. En el norte del Paraguay, sobre el río del mismo nombre, fundó Candelaria, desde dónde saldría en dirección al Alto Perú como gobernador delegado desde que Mendoza volvió a España debido a su salud, muriendo de sífilis en el trayecto.
Desde Candelaria, Domingo Martínez de Irala y Juan de Salazar de Espinosa continuaron la exploración, cuyos resultados fueron la fundación de Asunción (1537) y la llegada a la ansiada "Sierra del Plata", en realidad el cerro Potosí, a la que otra expedición española había arriba con anterioridad. Por su extraordinaria riqueza en plata Potosí se convertiría en el centro económico de la dominación española en América del Sur.
En 1537, a raíz de la muerte de Mendoza, la corona dictó la real cédula del 12 de septiembre de 1537, que determinaba que, en caso de la muerte de Ayolas, quedaría a cargo un gobernador elegido por el voto de los habitantes. Tras la muerte de Ayolas, Irala fue elegido gobernador y entró en conflicto con Francisco Ruiz Galán, comisionado por Mendoza a cargo de Buenos Aires. Al frente del gobierno, Irala ordenó el despoblamiento de Buenos Aires, lo cual ocurrió en 1541.
En el caso de la otra capitulación que cubría el actual territorio argentino, a cargo de Simón de Alcazaba y un grupo denominado "los leones", tuvo destino trágico. A principios de 1535 la expedición llegó al golfo de San Jorge, actual Chubut, donde fundó el fuerte denominado Nueva León, desde el cual realizaron varias expediciones. Sin embargo, debido a las inclemencias del clima y el terreno, los pocos sobrevivientes se amotinaron, mataron a Alcazaba y se dedicaron a la piratería.
En cuanto a Sarmiento de Gamboa, logró fundar Filipolis (o Real Felipe) y Nombre de Jesús en el estrecho de Magallanes (actualmente jurisdicción chilena), pero estas fundaciones fracasaron por el clima y -sobre todo- por la actividad de corsarios ingleses (Sarmiento de Gamboa fue secuestrado por éstos).
De este modo puede decirse que las capitulaciones tuvieron pobres resultados, con excepción de la fundación de Asunción del Paraguay, conocida como "Madre de Ciudades", pues se constituyó en la base española para la conquista y colonización de la mayor parte de lo que luego sería la Argentina, Paraguay y Uruguay y el sector oeste de Bolivia (Santa Cruz de la Sierra).

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