El satanismo consta de un número de creencias relacionadas y fenómenos sociales. Comparten las características de simbolismo, veneración y admiración por Satán (o figuras similares). Satán apareció por primera vez en la Biblia Hebrea y era un ángel que desafiaba la fe de los humanos y la religión. En el Libro de Job se le denominaba «el Satán (que significa «el acusador» o "contra de, enemigo de") y actuaba como el delator en el tribunal de Dios. Un personaje denominado «Satán» fue descrito dentro de los muchos evangelios de los primeros cristianos como el enemigo cósmico del hombre y el tentador de Jesús. Se desarrolló mucho más en amplitud y poder que el portador de Armagedón y Apocalipsis según está caracterizado dentro del Libro de la Revelación.
Las religiones inspiradas por estos textos (judíos, cristianos y
musulmanes) consideran a Satán tradicionalmente como un adversario o un
enemigo; viendo su presencia e influencia en cada aspecto del papel
acusatorio remontándose a la Creación y a la Caída del Hombre.
La figura de Satán fue tratada de manera diversa, especialmente por los
cristianos y musulmanes, como un competidor rebelde o celoso de los
seres humanos, y caracterizado como un ángel caído o demonio
dominando el infierno penitencial, encadenado a un profundo abismo,
vagando por el planeta compitiendo por almas o proporcionando el ímpetu
para todas las parodias mundanas. Particularmente después de la Ilustración Europea, algunas obras, tales como El paraíso perdido, fueron tomadas por los románticos y descritas como la presentación del Satán Bíblico, una alegoría que representa la crisis de fe, el individualismo, el libre albedrío, la sabiduría
y el progresismo. Son pocas en número aquellas obras que en realidad
mostraron a Satán como un personaje heroico pero sí que existen: George
Bernard Shaw y Mark Twain son dos autores cuyas obras incluyen este
precedente en el escrito que fue tomado por los religiosos satánicos.
La legislación antibrujería, como la Ley Británica Antibrujería de 1735 (Witchcraft Act 1735),
no revocada hasta 1951, reflejó un fuerte sentimiento público en contra
de la brujería y del satanismo. La religión satánica comenzó en 1966
con la fundación de la Iglesia de Satán.
Los grupos modernos satánicos (aquellos que aparecieron después de
los sesenta) son muy diversos, pero hay dos tendencias muy importantes
que se pueden ver como satanismo tradicional o teísta y satanismo ateísta. Los satánicos teístas veneran a Satán como un dios supernatural. Por el contrario, los satánicos ateos se consideran a sí mismos ateos
y veneran a Satán simplemente como un símbolo de los rasgos de algunos
humanos. Esta categorización del satanismo (que puede ser categorizado
de otras formas, por ejemplo «tradicional» contra «moderno») no ha sido
adoptada necesariamente por los satánicos en sí, quienes generalmente no
especificarían a qué tipo de satánicos están adheridos. Algunos
satánicos creen en Dios en el sentido de Fuerza Motriz, pero al igual
que los satánicos ateos, todavía se adoran a sí mismos, debido a la
creencia deísta de que Dios no juega ningún papel en las vidas mortales.
Cada «tipo» de satánico normalmente se referirá a sí mismo solo como
«satánico» (salvo los seguidores del satanismo laveyano que se
considerarán «satanistas»).
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