Yugoslavia durante la Segunda Guerra Mundial mantuvo su neutralidad hasta
1941. En dicho año, con el deseo de ayudar al
ejército italiano que se encontraba en dificultades en
Grecia (véase
Guerra Greco-Italiana), la
Alemania nazi solicitó derechos de tránsito a través del
Reino de Yugoslavia para sus tropas. Tras la aceptación por parte del regente
Príncipe Pablo para la firma de una alianza con Alemania, el rey
Pedro II, bajo la influencia de algunos oficiales, puso fin a la
regencia. Esta decisión trajo como consecuencia la
invasión del país por el
Tercer Reich alemán, estableciéndose casi inmediatamente el
Frente de Yugoslavia.
El país fue repartido entre
Alemania,
Italia,
Hungría,
Bulgaria y dos regímenes títeres: el
Estado Independiente de Croacia y el
Gobierno de Salvación Nacional de Serbia. La guerra consistió principalmente en una
guerra de guerrillas de liberación librada por los comunistas, que se organizaron en el
Ejército Partisano de Liberación, contra las fuerzas del Eje y los regímenes títeres locales. En la misma intervinieron también las fuerzas
chetniks,
serbios monárquicos que si bien en un principio eran oponentes a la
ocupación, acabaron colaborando con las fuerzas del Eje y manteniendo
una auténtica guerra civil contra los
partisanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario